lunes, 21 de julio de 2008

DIOS DEL CAOS

POEMAS EXTRACTADOS DE "DIOS DEL CAOS", DE EDUARDO CHINASKY


AQUILEAS EN FLOR


Un inventario de hierba
un inventario de las infinitas categorías
de los mortales
¿dime, dónde anidó el cuervo: entre los álamos o entre la tela de araña?

oh múltiple cuantía, violeta melancólica
cuasivirgen de velo blanco,
quisiera regalarte
un modelo de universo oscilante,
los infinitos enigmas de la trayectoria del cometa,
y la estrella más brillante, Orión

aquileas en flor
hojas
madreperlas de sueños
voces
pestañas capullos
bajo la luna
innumerable, intemporable
deseosa mandrágora
azur azul
no crece aquí caledonia
ni agua
ni calas

finaliza ahora
el cantor su hueco canto
(obtuso a la mínima luz del alma,
navegó a la deriva durante eones instantáneos
hasta que se convirtió
en muertas anémonas
en babas de caracol
en algas entre las cuales duerme
el gigantesco pez de las profundidades)


durante la quinta hora solar,
los dragones beben en caracolas
rebosantes
de agua de río
donde crecen los asfódelos

inscripta en la ciega zigurat
-que predice la caducidad
de todos los seres sensibles-
bajo setenta y siete mil lunas
con total pérdida de lumbre,
el seco viento africano -que era anterior al hombre-
barrió con todas las cisternas subterráneas
y los vapores y miasmas
del pantano azul

oh teodicea
espía de las vibraciones del jaspe
casta flor
canto épico transcripto en el ámbar
violácea soga,
tenue brazalete de turquesa,
que nos une a los que ya se fueron...

oh inquisitiva
todo es corrupción de dioses
y etéreos cuerpos

durante la prodigiosa cosmogonía,
las pléyades descendieron sobre los verdes eucaliptus
y posado sobre el duraznero, en posición supina,
el pájaro de luna melodioso
discurrió sobre el Gran Principio

en el eterno año lunisolar,
la calcárea amonita obtuvo, a través de los siglos, el uso de la mente.


-------------------------------------------------------------------------------------------------





BESO DE VENUS


Allí, en el jardín celeste,
aquel Dios Desconocido contempló el mundo,
abandonó los vinos de la dicha,
y la música de la opulencia.
Contempló la paz oscura
del Caos, el supuesto Orden,
esa tormenta mundana que día a día
se arrastra hacia el abismo,
ese mundo pútrido
donde se agitan las almas vacías, esclavas del tiempo.

Escrutó la cara del miedo, los ojos negros de la miseria,
el misterio que rodea al Dios Temis,
las negras tinieblas de la mentira,
y la incesante hueste de seres alados que descendieron desde el Empíreo,
durante la era en que el relámpago de la riqueza los expulsó de las moradas eternas;
recordó cuando regaló a la humanidad la Muerte, el suave olor del Olvido,
para mitigar las penas
y suavizar el sufrimiento humano.

¡Injusto!
Despojado de la eternidad, sin banquetes, y sin veranos,
vagó con odio en la sangre y caos en la mente...y un muro detiene su fuga.
Mientras ahora contempla sus errores, el vacío, y la banalidad que inspiró,
la ambición -que arraiga el noble al poder-
y las inefables tosquedades
del espíritu humano,
llora el oro de sus ojos, escancia la hiel del dolor,
llora otra vez, y quizás se arrrepiente y lamenta el pasado –inmutable-
y deseando cambiar su tristeza en banquetes de banalidad
para sus hjios,
colmar también de felicidad y justicia
de claridad y paz cada molécula del orden del mundo
allí, en ese paraje donde no imperan los besos profundos de Venus, sólo el crimen sádico,
ni tampoco se sirven los vinos de la dicha, sólo la hiel de lo ocre;
y la música disonante y cacofónica, como el fragor de una batalla,
(todo esto junto pensaba cambiar)
y en el segundo exacto en que está a punto de descender, la diosa
le escancia un néctar sublime,
le mira los labios sabrosos
y los ojos necesarios,
se los besa,
y bebe con él el licor sagrado.



-------------------------------------------------------------------------------------------------





DIVINA FORESTA

Un libro sobre la hierba.
Sobre el cristal, todas las hojas son verdes.
La manzana exhibe su lado más maduro,
la luz se derrama sobre el piso, se cuelga de las cortinas,
la sombra de una gaviota burlona atraviesa el tapiz.

“Sí, sí”, repite constantemente el pulso del bosque
en tono bajito.

“El portón es muerte, el portón es muerte”
susurra quedamente el corazón de los árboles
“Mirar, mirar hasta que estallen los ojos”, cantan.

El viento rugía en el monte,
y tuyo es el secreto del otoño -innumerables besos
el amor sobre tus labios -nuestro gozo escondido
mi boca que se ahoga en tu corazón – nuestro tesoro
bajo los portales góticos –lluvia

Y el sol apenas vaciló
y reímos, transportando recuerdos al desván
“Haz la luz tu esclava, ¡ahora!”, repetían furiosamente
las pulsaciones del bosque, cada vez más rápido.

Las nubes se afilaban y descendían
los canteros de césped descuidado humeaban ya de oscuridad
me escondo bajo salvajes rayos de luna, pero es inútil
“¡Tu amante es un fantasma, de nuevo te ha hallado!”,
gritaron por fin los árboles, arrancándose repentinamente la máscara.



-------------------------------------------------------------------------------------------------


AIRE REMANSO



Mediodía
fulgor claridad
aire remanso cielo

en éste momento
sólo me preocupa
tu ausencia.


-------------------------------------------------------------------------------------------------


AÑOS FUGITIVOS

No nos precipitamos
no nos apasionamos
no odiamos.

Ignoramos la furia del hombre
Ignoramos la locura de los adversarios

Tenemos miedo, pero nos dominamos
no discutimos nuestras dudas

Anudad la cuerda, afilad el hacha
templad la espada

he revelado al enemigo
los secretos de nuestras fortalezas

En algún seco rincón de otro continente,
la gráminea de pesadas espigas
ha crecido junto a primitivas aldeas
los caldeos pretendían
que Oanes, el dios-pez
brotó de las aguas para enseñar a los hombres
las artes y las leyes.

Fatalidad misteriosa
escapando por mil disimuladas sendas
mi pensamiento franqueó años
el acero y la madera prevalecieron
pero los devorarán los tres fuegos
-ceniza roja en las orillas.



Éste es el camino que ningún hombre
ha recorrido hasta el fin
Éste es el río tan largo que ningún viajero
llega por él hasta el mar
Éste es el sendero infinito que serpentea entre las lomas.
Éste es el puente que nadie ha atravesado
completamente.

Feliz aquel que detrás de la niebla
y las nubes bajas
ve (o cree ver)
la otra orilla.



-------------------------------------------------------------------------------------------------


VID SALVAJE

A la hora
en que la persistente luz
se da por vencida
diluyéndose en siglos
tu espejismo


tu imagen indecisa en mi memoria
-funesta afirmación
de lo ido para siempre-
rabiosa resignación
de mi temblor
frío abrazo de la niebla estival
conciencia de mi soledad

no será un eco, quizá
sinó muchos

el libro de Isaías
se disuelve en polvo
el gamo, sin saber porqué, se atreve a salir de la espesura
allí, cerca del reloj de sol
los tréboles inclinan su cabeza
los dientes de león amarillean
los ásteres -que aman el agua- se marchitan en los macizos

florece la cizaña
la savia
se consume en los tallos de las camelias
...y no habrá capullos
en la próxima primavera.



¡esto era en verdad el desierto!
la soledad
-que empezó en los primeros días del mundo-
y sus caminos
que atraviesan los apretadas filas de mezquites;
el espacio
recién conquistado, se ve apenas
atrás su obra
¡no hay tiempo!
mil años son un día
la arena vuela, los vientos desplazan los guijarros
y los cambios son apenas perceptibles
el desierto mil veces borrará tus huelllas humanas
aunque los oxidados rieles permanezcan eternamente en su sitio.

Muertos fatalmente los soles
nacimientos apenas concretados
mudas torres
que en el cielo nocturnal se clavan

y las tumbas de tus días, ¿que lápida llevan?

anclado entre los hombres
-no debería pasar tanto tiempo solo, me dicen-
como el niño que aprende a gatear
cuando el decir es nada,
sentir que el sol siempre vence, porque es su deber,
sentir la aspereza del pasto.

Necio hijo de Octubre,
¿quién sabe por que rincones

sobrevolará tu espíritu
después que te hayas ido?

tras la mirada
yo también soy parte de lo que he visto,
entonces todo amor es un arco
vidas sobre vidas
horas sobre horas,

y cada segundo que pasa me salva de este pétreo silencio
que es silencio y algo más...

¿qué almas resisten este salvaje perseguir?

Desperté
el murmullo del sueño visionario cesó,
lengua no habrá
que mi callar no exprese;
centrado al extremo soy,
lenta sube la bruma, y el torbellino
que gime con múltiples voces
como una verdad no revelada
loco torrente
que será también
tu castigo.

No hay comentarios: