lunes, 21 de julio de 2008

ALTA LUNA MARROQUÍ


POEMAS EXTRACTADOS DE "ALTA LUNA MARROQUÍ", DE EDUARDO CHINASKY



ALTA LUNA MARROQUÍ


ángeles que sangran


nueva vuelta impar
ahora en este mismo instante
en las anchas rutas desoladas,

todo remite a la hierba
canales, horizontes de desolación,
todo conduce a la hiedra que es como un grito
lo que cae no es el sol,
la vida dura una tarde entera
espeso fluido
las sombras son tan parecidas a sí mismas
sí, yo soy el falible

no me animo a mirar mi mano porque
sé transitar la línea de la vida,
vos, diminuta
¿como se sostiene el amor?
¿que es ser inocente?
es la desesperación misma
donde quiera que vaya, dejo huellas de sangre
tu esfera rosa
he descubierto tu escondite
hemos fusilado a la noche

gestar en las profundas ensenadas
un ensueño de fecundidad
un infinito de agua fría
vértigo de agua
flor de ojo
crepúsculos en abanico
esplendor de la luna
lluvia como plata oxidada
agua, agua, sí, pero inmensa
desalojando la vida.
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FANTASMAS.
Tenue pareja de fantasmas
recorriéndolo todo, desafiando a los ojos del silencio,
buscando un tesoro por la casa desierta
cortinas, armarios
buhardillas, arcones.
Por la noche, sólo se escuchan sus pasos invisibles
el rumor del viento, y un corazón
que asustado, palpitante, se oculta.
Estoy solo (cuando me doy vuelta, ellos desaparecen; conozco su juego)
y los espejos de la sala
reflejan el cielo, reflejan manzanos, reflejan rosas.
Los fantasmas recorren la casa fréneticamente-de la luz nocturna delfines –buscando en el comedor, en el jardín, esa luz que acaba de escaparse.
El mar es débil arrullo o todo estruendo, y los árboles se inclinan de aquí para allá, movidos por una ráfaga de Otoño
mientras una candela arde tiesa e inmóvil.
Los fantasmas recorren toda la casa en regocijo- escalofríos, temores infantiles- abren y cierran ventanas, susurran, y se aproximan al lecho, lámpara en mano.
Mientras, en la foresta, un pájaro plateado
en carrera
sobre el aire rodante, girandoen éxtasis
deslizándose, hendiendo el aire
y las esculturas del jardín
bailan una danza de mármol
al compás de una música secreta.
Y cesa el viento.
Y me despierto.
Los fantasmas han desaparecido.

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